martes, 28 de enero de 2014

Deporte espectáculo

A raíz de una conversación con familiares hace unos días sobre los grupos ultas en el fútbol y su implicación en el deporte, he decidido escribir estas líneas que no tienen que ver directamente con estos seguidores pero que va con el sentimiento y el espectáculo en el mundo del deporte.

Hablaré de fútbol, pero es un caso que puede extrapolarse a cualquier deporte de élite. Para mí el deporte es espectáculo, siempre lo he concebido así. Soy seguidor del Elche C.F. por nacimiento y del F.C. Barcelona por convencimiento, pero me gusta el fútbol por encima de ellos. Me encanta ver la Premier o la Bundesliga y cuando tengo ocasión me trago la jornada completa de Champions. Pero lo que me gusta es el espectáculo, sobre todo cuando pago por verlo. Nunca he sido un aficionado que va al campo a animar fervientemente ni que muere por su equipo gane o pierda. He sufrido al Elche muchos años en Segunda y Segunda B y dejé de ir al estadio porque no me compensa pagar para sufrir y pasar un mal rato. Al igual que cuando voy al cine, al teatro o a un concierto, voy con el convencimiento de ver algo que me gusta y quiero que se me compense por el esfuerzo que hago económicamente. Sí, soy de los que piensan que el equipo es el que tiene que animar a los aficionados y no al revés.

Supongo que en el fondo la mayoría piensa igual que yo, pero el fútbol tiene ese aliciente de sentimiento que lo hace diferente de cualquier otro espectáculo. Yo supongo que la gente que sale del cine después de ver una película que le ha disgustado y por la cual ha pagado 8 euros no vuelve, o se lo replantea seriamente, a ver algo relacionado con esos actores o directores. Pues algo así me pasa a mi con el fútbol. Aunque sigo yendo al estadio después de un mal partido, no soy de los que seguiría a mi equipo hasta el fin del mundo si no me dan nada a cambio. Y para mí, el mayor regalo es el espectáculo.

@CarlosMH87

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