sábado, 10 de diciembre de 2011

Nuevo golpe de moral

Llegaba el Madrid con la moral por las nubes y como claro favorito. Gol de Benzema a los 23 segundos de partido en un error de Valdés. Todo parecía empezar rodado para los de Mou. El gol más rápido de la historia de los clásicos. Nada más lejos de la realidad.

A partir de ese momento el equipo blanco se sumergió en una excitación constante conducido por su público y su entrenador, José Mourinho, quien en una acción en la que el árbitro no mostró la cartulina amarilla a Messi, se levantó arengando a la grada para que se echara encima del colegiado.

El Barça, a lo suyo. Comenzó el equipo azulgrana a carburar, y siempre fiel a su estilo pese al marcador en contra, impuso su juego de toque en el centro del campo. Con un sistema táctico que variaba del 3-4-3 cuando tenían la posesión al 4-5-1 cuando perdían el balón se hizo dueño y señor del partido.

Alves siempre permaneció de extremo y Busquets se incrustaba entre los dos centrales (Piqué y Puyol) cuando el Barça se replegaba, para formar una línea de cuatro. Arriba los movimientos eran aún mayores con un Cesc que cambiaba de una banda a la otra pasando por la media punta, un Messi omnipresente con su posición de falso 9 y un Alexis como única referencia en punta.

Con esto llegó el empate en una jugada en la que Leo arrancó desde su propio campo y tras una gran jugada individual habilitó a Alexis que cruzó con un fuerte derechazo para batir a Casillas. 1-1 y el Barça ya tenía la posesión y dominaba el centro del campo claramente, donde Alonso y Lass no podían con el entramado azulgrana. Solo algún fallo de los de Pep propiciaba contras que el Madrid no supo aprovechar.

Arrancó la segunda parte con el empate en el marcador, que poco duró. En una jugada por la banda izquierda, tras un saque de banda, el balón le cae a Xavi en la frontal que tras una volea de éste, rebota en Marcelo y se cuela pegada al poste ante la impotencia de Casillas. 1-2. El Barça ya mandaba en el marcador y cada vez se sentía más cómodo con su juego y con el del R.Madrid, que se veía forzado a ir a por el partido.

Tras un cabezazo de Cristiano que sale desviado, llega el tercero del Barça con una contra perfecta propia del R.Madrid. Alves, desde la derecha, pone un centro medido que Cesc remata en el segundo palo para finiquitar el partido. 1-3

Después de este gol el partido se convirtió en un rondo gigante con el R.Madrid detrás del balón y un Andrés Iniesta estelar desbordando por la izquierda. Pudo el equipo blanco recortar distancias en un par de oportunidades y el Barça aumentar la distancia, pero no hubo tiempo para más.

El Barça recorta diferencias y vuelve a golpear en la moral de los blancos que ya no saben qué hacer para frenar al equipo azulgrana. La Liga, al rojo vivo.

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