jueves, 3 de marzo de 2011

Obsolescencia programada

Hace unos días nos recomendaron en clase ver un documental que emitió TVE sobre la fecha de caducidad de los productos, sobre todo tecnológicos.

A medida que iba avanzando la reproducción de dicho documental, me iba sorprendiendo cada vez más de los productos que se fabrican con fecha de caducidad. Ya sabía que la tecnología tenía una vida útil más que corta, según sus usos, pero lo que no me esperaba era encontrarme con productos como las medias o las bombillas.

En 1871 Thomas A. Edison ponía a la venta la primera bombilla, con un filamento altamente resistente y una duración de unas 1.500 horas. En 1924 se crea un cártel con los principales fabricantes de bombillas para controlar su producción. En sus inicios garantizaban una duración de 2.500 horas, pero poco a poco fueron disminuyendo las horas de duración de la bombilla, obligando a los fabricantes a investigar para la creación de una bombilla mucho más frágil, de unas 1.000 horas de vida útil, llegando incluso a castigar con multas a aquellos que no cumplieran con dichos objetivos.

E.E.U.U. crea un comprador insatisfecho, que necesita comprar siempre algo más nuevo, sin tener que necesitarlo. Desde electrodomésticos, coches y trenes, hasta textiles.

En 1940 se crea una fibra sintética revolucionaria, el nylon. Con esto se fabrican unas medias muy duraderas, demasiado duraderas. Estas medias no se rompían ni se hacían carreras, por lo que la venta no sería muy elevada. Obligaron a los químicos a encontrar un tejido que se rompiera fácilmente y así poder reemplazarlas con mayor frecuencia.

Hoy en día los aparatos tecnológicos llevan insertado un chip que cuenta los usos que tiene dicho producto. Una vez llegado al límite de usos marcado por el fabricante, el chip se bloquea y el aparato deja de funcionar.

Así como las impresoras tienen un número de impresiones, las baterías un número de cargas o las neveras unos determinados años limitados.

La obsolescencia programada es algo que nos han impuesto, pero que nosotros hemos ayudado a su generación. Cuando se nos estropea un aparato, lo desechamos en lugar de intentar arreglarlo, compramos el móvil con última generación cuando el nuestro funciona perfectamente o cambiamos nuestros electrodomésticos porque ya están desfasados.

Los cambios y los progresos son positivos siempre y cuando nos ayuden a progresar o a aprender. No debemos cambiar por cambiar, porque nos lo marca una moda o nos "obliga" una marca.

http://www.youtube.com/results?search_query=obsolescencia+programada&aq=0

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