martes, 23 de septiembre de 2014

Deporte y política

Ya han pasado algo más de diez días de la celebración de la Diada en Catalunya. Y lo más importante de ese día parece ser la presencia de un futbolista internacional español en una manifestación democrática.

Fuente: jotdown.es
Durante estos días he escuchado y leído críticas, defensas (escasas), debates y encuestas sobre la idoneidad de mezclar el deporte con la política. Los que me conocéis sabéis lo que me gusta a mi mezclar esto. Es más, me parece obligado. Creo que todos los ámbitos de la vida son "politizables" y más en tiempos de crisis. ¿Cómo no vamos a mezclar el deporte con la política cuando los clubes españoles son los principales deudores de la Agencia Tributaria? ¿Cómo no vamos a mezclar el deporte con la política cuando el precio de las entradas es cada vez más desorbitado y los horarios más incoherentes? ¿Cómo no vamos a mezclar el deporte con la política cuando se construyen circuitos urbanos con dinero público en comunidades en banca rota? ¿Cómo no vamos a mezclar deporte y política cuando son los propios políticos los primeros en sacar pecho ante los éxitos deportivos de su país? Algunos hasta se atreven a opinar.

Creo que los deportistas no pueden, sino deben formar parte de la opinión pública y política. Algunos incluso dicen que no deberían ni hablar de nada relacionado con estos temas. ¡Increíble! Seguimos fomentando la idea de que el deportista es un simple trozo de carne, sin cerebro, sin aspiraciones ni inquietudes más allá de la pelota (o lo que sea). También se ha dicho siempre que el deportista es un espejo y una referencia para los niños. Que lo que hacen sus ídolos, ellos lo imitan. Pues qué mejor que inculcar en la juventud el movimiento político por medio del deporte. El saber que de tu voto salen tus impuestos, tu educación, tu salud... A veces pienso que la prensa quiere crear marionetas, ¡¿cómo se me ocurre?!

Luego está el tema personal de Piqué. No hace falta descubrir ahora al central azulgrana, todos sabemos lo que piensa. ¿Es incompatible desear una independencia cuando defiendes la camiseta de España? Pues yo creo que no. Por mucho que se empeñe la afición en pensar que el fútbol es una pasión y un sentimiento, al final, el fútbol, es un espectáculo, y por lo tanto, un negocio. Y los futbolistas no son amantes de su club, son trabajadores de una empresa. En ocasiones (escasas) se da la circunstancia que jugador es fan de toda la vida del club en el que juega, ¡perfecto!, pero dudo que su rendimiento sea mejor por ello. ¡Es que Piqué juega en la Selección por pasta! Claro, igual que tú haces 40 horas semanales (que se sepan) en un puesto que odias por mil euros al mes. Así como un trabajador de una fábrica no tiene por qué compartir los pensamientos de su jefe, un deportista no tiene por qué sentir un amor o una ideología afín al club que pertenece.

Ahora me viene a la cabeza una serie de preguntas: ¿todos los periodistas que trabajan en la COPE son católicos? ¿todos los trabajadores del Ayuntamiento de Madrid son del Partido Popular? (y no me refiero a los que están en el despacho, sino a los policías, médicos, barrenderos, profesores, monitores...) ¿No habrá algún vegetariano por el mundo trabajando en un Mcdonald's?

@CarlosMH87