miércoles, 25 de abril de 2012

Lo que pudo ser y no fue

Llegaban las semifinales de Champions y el cuadro emparejaba a Chelsea y Bayer contra Barça y Madrid respectivamente. Todos se frotaban las manos. Final española a la vista. Los dos mejores equipos del mundo en la mejor final del mundo. ¡Pumba!
Los dos se confían en sus partidos de ida y Madrid pierde en el último minuto (2-1) pudiendo haber matado el partido con el empate, mientras que Barça se estrella en el muro del Chelsea y en un despiste en el alargue del primer tiempo cae (1-0).
La voz pública dice: los dos remontan y nos vemos en la final.
Ambos se ponen 2-0 en la primera parte y están clasificados. Pero un gol de cada rival lo cambia todo.
El Barça domina y toca pero no sabe (o no puede) definir porque el Chelsea se encierra en su área. El Madrid se encomienda a las contras cuando debe mantener la posesión, pero no sabe (o no puede) porque el Bayer le quita el balón.
Al final un gol de Torres y los sufridos penaltis dejan a Barça y Madrid fuera de la final soñada.
Es bonito mantener una filosofía y morir con ella, pero a veces debemos amoldarnos a las circunstancias y modificar la situación. El gran entrenador es el que sabe cambiar cuando ve que se equivoca...